Con eso yo quiero invitarlo a que vaya a la segunda carta o epístola a
los Tesalonicenses para continuar nuestra serie. En estas dos cartas vamos a
estar leyendo, en la segunda carta a los Tesalonicenses del capítulo 2
versículo 1 al 5. Este es el mensaje número 20 o 21 en esta serie, y hoy como
siempre estaremos leyendo una porción y luego exponiendo el texto, y pidiéndole
a Dios su dirección para la exposición. Comenzando en el versículo 1 hasta el
versículo 5 “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra
reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no seáis sacudidos fácilmente en
vuestro modo de pensar, ni os alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por
carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha
llegado. Que nadie os engañe de ninguna manera, porque no vendrá sin que
primero venga la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, [y] el hijo de
perdición, el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es
objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose
como si fuera Dios. ¿No os acordáis de que cuando yo estaba todavía con
vosotros os decía esto?”
Padre te alabamos y bendecimos por tu palabra, por la certeza de tu
revelación, por la manera como confirma lo que ya tú has hablado. Y en esta
mañana nosotros queremos pedirte que el Espíritu que inspiró esta palabra,
pueda guiar la predicación de la misma, de tal forma que tu Hijo sea honrado,
que no haya errores, que no haya desviación de aquello que tú has marcado como
tu verdad. Y que, si hay algo en la mente, en el corazón del predicador que no
te complace, que, en este momento por el viento de tu Espíritu, tú lo pueda
llevar lejos y apartarlo de nosotros, de manera que nosotros tampoco seamos
desviado de la verdad. Te lo pedimos en Cristo Jesús, amén.
Bueno, en esta carta y en este capítulo 2, de esta segunda carta a los Tesalonicenses
del apóstol Pablo, se desvía abruptamente para tratar un tema completamente
distinto al que él venía tratando, y tiene que ver con una herejía que se había
infiltrado entre ellos, de una manera repentina. Es una nueva idea, es una idea
anti-bíblica que de alguna forma circuló entre ellos, y que logró conquistar la
mente y el corazón de los tesalonicenses. Y es increíble que una iglesia como
hemos venido viendo, desde la primera carta que estaba caminando ¡tan bien!, de
repente y de una forma súbita, haya podido comenzar a desviarse por una
enseñanza, que de alguna manera llegó a inquietarlos, hasta el punto que el
apóstol Pablo tuvo que personalmente, no solamente escribir de nuevo, pero tuvo
que dirigirse a ellos de una forma muy directa con relación a esta nueva
enseñanza hereje. Y yo creo que vale la pena preguntarnos al comienzo de esta
exposición; ¿Cómo es que una congregación, que caminaba tan bien, que había
sido modelo para las iglesias en Macedonia, en Acaya como vimos, en todas las
regiones, que Pablo aplaude una y otra vez, porque su fe ha resonado en toda la
región, como han soportado en medio de la tribulación? ¿Cómo es que una iglesia
sólida se desvía tan fácilmente de la verdad? ¿Cómo somos confundidos los
creyentes? Estamos hablando de creyentes ahora, no estamos hablando de inconversos.
¿Cuándo somos los creyentes más vulnerables para la confusión? y yo
creo que estas preguntas, vale la pena abordar esas preguntas a lo largo de la
exposición de la palabra, como forma de ver, de qué forma este texto, que
quizás no tenga una aplicación inmediata en nosotros, si tiene una aplicación
para aquellos que seguimos la palabra de Dios. Nosotros no podemos olvidar que
nosotros tenemos un adversario, la palabra Satanás significa justamente
adversario, y su otro nombre por el cual es conocido diablo significa ¿Qué
cosa? alguien que es un mentiroso, un calumniador. Esa función de satanás la
vemos desde el inicio de la raza humana, donde logró calumniar a Dios, donde
logró mentir a Adán y Eva, donde logró confundirlos y desviarlos. Esa función
no ha terminado, satanás es un ser sin escrúpulos, y él juega sucio, y nosotros
tenemos que recordar eso, esa es su naturaleza, de tal forma que eso lo hace de
forma natural, de la misma manera la naturaleza de Dios es su bondad y
benevolencia, y gracia, y amor, y Él hace eso de forma natural, porque esa es
su naturaleza, su carácter. De esa misma forma satanás tiene una naturaleza, y
la suya es ser mentiroso, ser calumniador, ser un adversario de los propósitos
de Dios, y él hace eso de forma muy normal, esa es su normalidad. Lamentablemente,
con frecuencia satanás nos convence de que mi adversario es mi propio hermano
en la fe, esa es una de las estrategias más eficaces que el enemigo ha usado
contra el pueblo de Dios, tu hermano en la fe no puede ser tu adversario,
porque él pertenece al mismo ejército. Puede ser que no piense igual, puede ser
que no crea igual en ciertos aspectos periféricos de la fe, pero él pertenece
al mismo ejército y por tanto él no es tu contrincante.
Este es un mundo muy confuso después de Génesis 3, esa es la razón por
la que el Señor Jesús cuando envió a sus discípulos, envió a los 70, les dice
en Mateo 10:16 “Mirad yo os envío como
ovejas en medio de lobos” así estamos nosotros “por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las
palomas”. La astucia a la que Cristo nos llama, no es aquella astucia
maliciosa que engaña y manipula, pero es una astucia que está basada en la
sabiduría de Dios, y en el discernimiento de Dios. Y, por otro lado, la
inocencia a la que Dios nos llama, no es la inocencia del niño que es
fácilmente engañado, sino la inocencia del adulto, creyente, maduro, que piensa
conforme a lo que ve. Pablo les dijo a los Filipenses en 4:8 cuando dice “en todo lo que es verdadero, en todo lo que
es justo, en todo lo que es digno de virtud” para resumirlo “en esto pensad”. Esta es la inocencia a
la que el Señor Jesús nos está llamando, que no seamos sospechosos como
frecuentemente lo somos en nuestra naturaleza caída.
Nosotros vimos en la primera carta a los Tesalonicenses, como el
apóstol Pablo los ayudaba a entender la frecuencia de algunos hechos que tenían
que ver justamente con la venida del Señor. Ellos habían estado preocupados,
quizás, vimos esta parte, pero les recuerdo, porque no estaban seguros si aquellos
que habían muerto en Cristo, si a la venida del Señor participarían o no de su
venida, y por tanto el apóstol Pablo le escribe, y le ayuda a entender en esa
primera carta capítulo 4, cuál sería el orden de las cosas a la venida del Señor,
y lo estoy usando como punto de conexión, porque Pablo tiene que retomar el
tema ahora, otra vez de la venida del Señor con relación a otro asunto, en esta
segunda carta. Pero en esa primera carta en el capítulo 4, comenzando en el
versículo 15, Pablo les dijo lo siguiente “Por
lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos
vivos y que permanezcamos para la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz
de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán
primero. Entonces nosotros lo que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y allí
estaremos con el Señor siempre”.
Aparentemente los Tesalonicenses tenían una dificultad en entender el
orden de eso, y Pablo les está diciendo: aquellos que han muerto en el Señor,
ellos se van a levantar cuando el Señor venga, y ellos se van a levantar
primero que aquellos, primero que aquellos que estemos vivos, y luego nosotros
iremos tras ellos, y nos juntaremos en las nubes, independientemente de la
implicación de ese lugar, que pudiera o no ser, lo que nosotros conocemos como
las nubes. Pablo ahora tuvo que tomar el tema otra vez, el tema de la segunda
venida del Señor. Pero en este caso no era simplemente un mal entendimiento
acerca del orden de las cosas, era una enseñanza hereje que había llevado a la
iglesia a la confusión, a la agitación producto de falsas ideas.
Escucha como Pablo comienza la carta; “Pero” él “pero” me introduce un nuevo tema “con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo” ahí está el tema
otra vez “y a nuestra reunión con Él”
eso es exactamente de lo que él había hablado en la carta anterior, pero en
otra dirección “os rogamos, hermanos, que
no seáis sacudidos fácilmente en vuestro modo de pensar, ni os alarméis, ni por
espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera de nosotros, en el sentido
de que el día del Señor ha llegado”. La primera carta era un simple
entendimiento del orden de las cosas. En esta carta es una herejía, no pequeña,
alguien había introducido la idea de que el día del Señor ya había llegado, y
esto tenía a los Tesalonicenses confundidos y agitados, porque si eso era
cierto, entonces lo que Pablo había enseñado, todo se fue a pique, todo era una
mentira. Porque resulta que ellos no habían visto a nadie levantarse de los
sepulcros, ellos no habían visto a nadie que estuviera vivo levantarse y
juntarse con nadie, con el Señor en los cielos. Entonces ¿Qué ocurrió? ¿Vino el
Señor y nos quedamos? ¿Vino el Señor y no hubo resurrección? y estaban agitados.
Pero la confusión aparentemente no fue pequeña. Por la palabra, o las
palabras usadas por Pablo en el lenguaje original, ellos fueron sacudidos en su
forma de pensar. Esto no fue en sus emociones simplemente, en su manera de
pensar, en su razonamiento. La palabra ahí traducida como sacudidos, hace
alusión al viento o al movimiento de las olas, ¡oh! peor aún, a un barco que
había estado amarrado, y ha sido alado de su amarradero, y se ha ido al mar,
porque su ancla no lo sostuvo. Esa es la palabra que él está usando aquí, de
tal manera que ellos habían sido anclados con la palabra y de alguna forma,
esta pequeña herejía que resultó no tan pequeña, lo había arrebatado, lo había
alado de su ancla, y ahora ellos estaban completamente ansiosos. Y eso ocurrió
en su forma de pensar, no simplemente en su parte emocional. Obviamente, si
nosotros somos sacudidos en nuestra manera de pensar, vamos a ser sacudidos a
nivel emocional, y por eso Pablo le dice inmediatamente después: “no os alarméis”. La mente está
confundida, las emociones están alarmadas, la mente es el blanco de ataque del
enemigo.
Yo no sé si tú has notado, que antes de nosotros pecar, hay un
pensamiento que precede a la acción. No importa sin pecamos de palabras, o si
pecamos de acción, antes de tu decirle algo de una manera inapropiada a alguien,
frecuentemente, ha habido un pensamiento que te ha perseguido, y dondequiera
que tú ibas, ahí estaba la persona en tu mente, no importa por donde tu vieras,
ahí estabas tú viéndolo a él o a ella. Bueno, en esta misma forma, esta idea de
que el Señor vino, probablemente los persiguió en su mente, dondequiera que
ellos iban. Y ahora ¿Cuál sería la conclusión lógica? “vino el Señor, y nos quedamos” o “vino Pablo, nos habló una cosa, y no era verdad” ¿Cómo llegó esa
idea hasta ellos? Bueno, Pablo mismo no estaba seguro, escucha lo que él dice: “no seáis sacudidos fácilmente en vuestro
modo de pensar, no os alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta
como si fuera de nosotros” tal vez no sabía exactamente cómo llegó, no sé,
no sé si fue por espíritu, no sé si fue una revelación de un supuesto espíritu,
que le trajo esta revelación, o no sé si fue por palabra, alguien que vino y
simplemente trajo una enseñanza y dijo: “que
ésta era la enseñanza verdadera”, o no sé si fue una carta, eso es lo que Pablo
está diciendo, que supuestamente venía de parte de nosotros “no os dejéis alarmar, ni por espíritu, ni
por palabra, ni por carta como si fuera de nosotros” independientemente de
cómo llegará la información, estaba causando estragos.
Hoy en día surgen ideas nuevas todos los días, en ocasiones,
frecuentemente por espíritu, por una nueva revelación que alguien tuvo, por un
viaje al cielo que el Señor me hizo, un viaje al infierno. Todo tipo de cosas
similares hemos escuchado, y hemos leído incluso libros publicados en esa
dirección. Gente que ha estado esos movimientos, que ha salido de sus
movimientos, que hoy en día no quiere venir a iglesias sanas, porque los
engañaron en dichos movimientos. Tenemos matrimonios separados en ocasiones,
donde uno viene y el otro no, y cuando preguntamos: “bueno, lo que pasa es que nosotros estábamos en este movimiento, en
esta iglesia, y hoy en día fuimos tan engañados, que mi esposo, mi esposa no se
siente movido a venir a escuchar la palabra”. Eso sigue pasando hoy. Pablo dice:
“no seáis sacudidos tan fácilmente”. Aparentemente,
no tomo mucho tiempo para ello confundirse. Esta energía no tuvo que circular
por mucho, mucho tiempo, sino que en corto tiempo ellos se habían confundido. Y
yo creo, que vale la pena preguntarnos la manera de aplicación, comenzando a
ver algunas cosas, y luego aplicando otras ¿Cómo es que una persona es
confundida con facilidad, sobre todo por herejías? ¿Cómo es que sigue pasando? hay
grandes movimientos de esa naturaleza hoy, y sigue pasando de la misma manera. Yo
creo que hay varias razones.
La primera es que no podemos olvidar, que las herejías se originan en
el adversario de Dios, nuestro adversario, el engañador, en satanás mismo.
Nosotros no podemos olvidar que ese es el hombre, que fue donde Adán y Eva, que
solamente habían oído una sola voz, la voz de Dios. Nosotros hemos oído
múltiples voces, nosotros hemos oído voces múltiples de pastores ortodoxos, que
no necesariamente concuerdan siempre en algunos aspectos, incluyendo estos
escatológicos. Hemos oído la voz de un John MacArthur, de un John Piper, de un
Tim Keller, de un Don Carson. Ellos no necesariamente coinciden en algunas
cosas periféricas de la fe, aunque obviamente todos coinciden en la centralidad
de la fe, unidos por el evangelio. Hemos oído esas voces, pero hemos oído
también voces no ortodoxas, y ahora con todas estas voces, es fácil de ser
confundido. Y sin embargo tú tienes que recordar, que Adán y Eva sólo habían
escuchado una sola voz, y con la próxima voz que escucharon, sin tener una
naturaleza caída, sin tener un entendimiento entenebrecidos, sin tener un
corazón de piedra, y sin tener una voluntad esclavizada, o por lo menos
influenciada por el pecado, sin nada de eso, fueron confundidos, con una
segunda voz, en una sola conversación, con una sola pregunta “¿Con que Jehová dijo?”. De manera que
tú y yo no estamos exentos, ni somos inmunes a ser confundidos por el enemigo.
La segunda razón por la que muchos son engañados con cierta facilidad,
es falta de conocimiento bíblico. Los de Berea, los creyentes de Berea dice Pablo,
que eran más nobles que los de Tesalónica, más noble que éstos, a quienes él
está escribiendo, porque ellos hicieron una cosa, ellos chequearon en la
palabra, el Antiguo Testamento, que era lo que tenían, todos los días, para ver
si lo que Pablo les estaba enseñando era cierto, o no. Y de ahí, la importancia
entonces que nosotros tenemos que dar a la palabra, y no solamente a la palabra,
nosotros tenemos que dar importancia a la sabiduría colectiva de la iglesia por
los últimos veinte siglos. Porque Dios le ha dado a la iglesia maestros y
pastores a lo largo de veinte siglos, y hay una sabiduría colectiva de 2000
años, que olvidarla no sería, ni sabio, ni humilde. Y Dios nos llama a conocer
cómo pensó la iglesia en el pasado acerca de estas cosas, porque si la idea es
nueva para mí, y nadie más pensó esto antes, quizás yo deba pensarlo dos veces
antes de articular eso. “En la multitud
de consejeros hay sabiduría” decimos nosotros en consejería, bueno, eso es
válido también en la multitud de pensadores cristianos en la historia de la
iglesia, hay sabiduría. No es sabio concluir muy rápidamente.
A mí me impresiona como el apóstol Pablo en sus últimos días, estando
en prisión, escucha bien este conjunto de cualidades, el apóstol Pablo, primero
autoridad apostólica, número dos, en sus últimos días, tenía mucha experiencia
ya, aparte de conocimiento, número tres, en la cárcel. A él se le ocurre que le
faltan algunas cosas en la cárcel, que él quisiera que le trajeran, y escucha
lo que este hombre pide a Timoteo: “cuando
vengas trae la capa que deje en Troas” claro, que hace frío en esas
prisiones, sobre todo si era invierno “…con
Carpo, y los libros, especialmente los pergaminos”. El apóstol Pablo, que estuvo
en el tercer cielo, que tiene años caminando con el Señor, que tiene
experiencia, que tiene conocimiento de primera mano con Dios, estando en sus
últimos días, en la cárcel, dice: “no me
olvides los libros, y los pergaminos, tráemelos, yo los necesito”. Se imagina
tu y yo. Leía algo que alguien posteó ayer en Twitter, que decía “una pregunta: ¿Necesitas un libro? Entonces una
flecha aquí abajo, Cómpralo. Aquí entonces otra flecha ¿No necesitas un libro?
aquí decía, No. Otra flecha, debes estar equivocado, Compra un Libro”. Y yo
creo que sí. El apóstol Pablo que estaba
en el tercer cielo, nosotros necesitamos estar empapados, y conocer sabiduría
que Dios le ha dado a otros, para enseñarnos.
Tercera razón por la que la gente es confundida con cierta facilidad,
es falta de experiencia en el Señor. No estoy hablando de la experiencia
secular ahora, pero para ilustrarlo, por eso es que uno de los requisitos para
el pastorado, es que no debe ser un recién convertido. Dios no está prejuiciado
con el recién convertido. Si él se muere, él va al mismo lugar, que el que
tiene 50 años en la fe. Pero Dios sabe que nosotros maduramos, y cuando
maduramos no solamente tenemos más imagen de Cristo, tenemos más conocimiento
de las Escrituras, y es el mismo mayor conocimiento es que ha ido formando la
imagen de Cristo en nosotros. Y yo puedo decir con facilidad, que, en el área
escatológica, en la medida que los años pasaron, yo pude madurar mejor, alguno
de mi entendimiento temprano que yo tenía, y que hoy puedo ver de una forma
mucho más madura. Cuando nosotros envejecemos en el Señor, pues nosotros
tenemos un conocimiento más balanceado, de verdades que antes entendíamos pero
que estaban incompletas, o estaban desbalanceadas. Y no podemos olvidar que
esta iglesia es relativamente nueva, estaba caminando muy bien, estaba muy
centrada en el evangelio, su fe había sido esparcida por toda la región, pero Pablo
apenas había estado ahí, hacía poco tiempo cuando él envió su primera carta, y poco
tiempo después de la primera carta, envió su segunda carta. De manera que estos
son creyentes relativamente nuevos en la fe, y quizás eso pudo haber
contribuido a su confusión también, y puede contribuir a nuestra confusión
también.
El apóstol Pablo tenía una preocupación continua, por la posibilidad de
que alguien se desviará de la fe, de la verdad, de la centralidad de aquello
que el Señor Jesús le había pasado, y que él estaba enseñando. Escucha como él le
escribe a los Corintios en su segunda carta, en el capítulo 11 versículo 3 y 4 “Pero temo” el apóstol Pablo “temo que, así como la serpiente con su
astucia engañó a Eva” él se va al jardín del Edén, y dice “yo temo, que de la misma manera que la
serpiente, satanás, trabajó en el jardín del Edén en Eva, vuestras mentes, Corintios,
sean desviados de la sencillez, y pureza de la devoción a Cristo. Porque si
alguien viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o recibís un espíritu
diferente, que no habéis recibido de parte mía, o aceptáis un evangelio
distinto, que no habéis aceptado de parte mía, bien lo toleráis”. Pablo está
con los corintios pensando algo similar, quizás a como él estaba pensando con
los tesalonicenses, como cuando lo dice: “pero,
como fueron confundidos tan fácilmente” Pablo le dice a los corintios “alguien viene y trae otro evangelio, trae
otro espíritu, trae a otro Jesús que nosotros no hemos predicado, y vosotros
los toleráis”.
¿Cuál es el problema? Como dirían en inglés “What's the matter with you?”. Los tesalonicenses estaban alarmados,
confundidos, dudosos, probablemente ansiosos, porque Pablo está diciendo “no os alarméis” ¡si estas alarmado!
estas ansioso. Y entonces él trata de una manera pastoral, esta carta no es
pasar información con un calendario, de cuándo va a ocurrir una cosa, cuándo va
a ocurrir otra cosa, no, esto es una carta, recuerda, es una carta, esto no es
un curso de escatología. Aunque tiene información precisa de escatología, pero
esto no es un curso de escatología tratando de precisar un calendario, esto es
una carta pastoral tratando de calmar a individuos que están ansiosos. Y por
tanto ese es el tono y así nosotros tenemos que verla, en ese tono. Escucha lo
que él les dice, entonces tratando de calmar estas emociones, versículo 3 “que nadie os engañe en ninguna manera”. Y
en el original eso suena con un negativo doble “que nadie os engañe de ninguna manera” de ninguna forma, de ningún
modo, por ningún método, algo así “Porque
no vendrá sin que primero venga la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado,
el hijo de perdición, el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios
o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios,
presentándose como si fuera Dios”.
La instrucción pastoral de Pablo es sencilla “que nadie os engañe” “Chill
out” relájate, tranquilo, porque el día del Señor no va a venir hasta que
no ocurran dos cosas. De manera que si estas cosas no han ocurrido el día del Señor
no ha llegado, eso es lo que él está tratando de decir, y él presenta aquí, más
adelante en el próximo mensaje continuaremos abundando, por el presente aquí
los dos eventos que han de preceder la venida del Señor; la apostasía y la
aparición en escena de un hombre, que él llama el hombre de pecado, el hijo de
perdición. Si estas dos cosas ocurren simultáneamente la apostasía y la
aparición del hombre de pecado, o si la apostasía aparece primero y el hombre
de pecado sigue después, no está claro desde el punto de vista del lenguaje. Pero
es mi impresión que la apostasía es un movimiento que prepara el terreno para
poder recibir fácilmente al hombre de pecado, al hombre malvado, cuando él haga
su aparición. Como son dos eventos que deben ocurrir antes de la venida del Señor,
y esta venida del Señor es algo que ya de lo cual él hablo en la primera carta,
y ahora está hablando de nuevo. Esto es un evento importante, y si es
importante para Pablo es porque fue importante para Dios, porque quien inspira estas
palabras es Dios mismo, y si es importante para Dios tiene que ser importante
para la iglesia de hoy. Dos eventos; la apostasía y la venida del hombre de
pecado.
Hablemos del primer evento. La palabra apostasía en el griego es
exactamente igual, suena igual, “apostasía”
y significa originalmente, en esencia una “rebelión”
no tenía originalmente una implicación religiosa o cristiana, es una rebelión
contra una autoridad establecida, o un sistema establecido. Pudiera ser un
gobernante, pudiera ser un rey, pudiera ser un emperador. Y en el primer siglo
se conoció mayormente como una rebelión o una revuelta política, o una
deserción. La palabra “apostasía” tal
como está, no el verbo sino la palabra, básicamente aparece dos veces en el Nuevo
Testamento, aquí y en el libro de los Hechos capítulo 21:21, donde literalmente
significa eso “apartarse de la fe”. Para
los fines que estamos viendo, en el Nuevo Testamento la apostasía implica una
de dos cosas; o un distanciamiento de doctrinas cardinales de la fe, como decir
mañana que “Cristo no es Dios” o un
repudio completo a una fe, a la fe cristiana que habíamos abrazado, y que ahora
yo le he dado la espalda, y digo no creer en ella. Y quizás si piensa de esa
manera, el primer apóstata de la fe cristiana registrado que podemos pensar es Judas.
Él estuvo ahí, él era el tesorero del movimiento, el aparentemente abrazó estas
verdades, cuando Cristo los envió de dos en dos, ahí fue Judas, y en un momento
dado Judas se volteó, y presentó su verdadera cara, así sigue ocurriendo en
todas las iglesias del Señor, hoy en día.
Si eso es lo que una apostasía significa, alguien pudiera preguntar: entonces
¿Cuál es la diferencia entre las
apostasías anteriores y esta otra apostasía que ha de venir, antes de la venida
del Señor? Ciertamente las apostasías han ocurrido desde el siglo primero,
desde el siglo I, siglo II, siglo III, se pueden identificar. El arrianismo
ocurrió en el siglo IV, año 300 y tanto, y fue una apostasía; negaba la
divinidad de Cristo, de parte de gente que estaba en el movimiento cristiano. Entonces
¿Cuál sería la diferencia entre aquellas,
muchas, y esta de que habla Pablo? Bueno, antes de llegar ahí, déjame
decirte que el apóstol Pablo y el apóstol Pedro describen condiciones generales
de el mundo, antes de la venida del Señor. Y yo creo que vale la pena
escudriñar a la luz del estudio que estamos haciendo en esta mañana, y no vamos
a especular, vamos a leer lo que la Palabra dice, y la Palabra usa una
descripción que claramente nos deja ver, qué tiene que ver con los días que
preceden la venida del Señor.
Escucha a Pablo hablándole a Timoteo en su segunda carta, capítulo 3 versículo
1 al 5 “pero debes saber esto: que en los
últimos días” ahí está la frase clave “en
los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores
de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los
padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores,
desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo
apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.” ¿Oíste
eso? “Amadores de los placeres en vez de
amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder”
una apariencia de piedad, pero que no tiene trasfondo, no tiene que lo apoye,
es como un cheque sin fondo, es un cheque, luce original, pero no tiene
respaldo, está piedad que estos hombres van a lucir no tiene respaldo, no tiene
fundamento, no es genuina. Su lenguaje puede sonar piadoso, su lenguaje puede
sonar interesado en los hombres, en la persona, en el planeta. Hombres que
hablarán de hacer el bien, hombres que quizás hablan de valores morales, de
igualdad, de justicia, de derechos. Hombres que a la luz de la humanidad nos
van a sonar muy piadosos, y hoy en día vemos a mucha gente con un lenguaje muy
piadoso, hablando y levantando valores morales, aparentemente en alto, mientras
al mismo tiempo tienen un estilo de vida, que niega completamente el diseño del
Creador. Condiciones generales de antes de la venida del Señor.
El apóstol Pedro no se queda atrás, en su segunda carta capítulo 3, versículo
3 y 4, él describe por su lado estos tiempos “ante todo, sabed esto: que en los últimos días” ahí está la frase
otra vez “vendrán burladores, con sus
sarcasmos, siguiendo sus propias pasiones” ahí está la frase otra vez “amadores de pasiones” decía Pablo, Pedro
dice: “siguiendo sus propias pasiones, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su venida? Porque
desde que los padres durmieron, todo continúa tal como estaba desde el principio
de la creación.” Van a aparecer hombres que no solamente van a negar la Palabra,
se van a burlar de la Palabra, se van a burlar de las promesas, se van a burlar
de las profecías aún por cumplirse. Y ahora el apóstol Pablo entonces,
escribiendo a los Tesalonicenses les dice “no
se inquieten, porque antes de que venga el Señor ocurrirá la apostasía”. Nota
que Pablo no dice “una apostasía”
todas las anteriores habían sido “una apostasía más” esta es algo que tiene el
artículo definido delante “la
apostasía”. Y aunque ninguno de nosotros puede tener claro lo que esto
significa, evidentemente se estaba refiriendo a un tipo de apostasía particular.
Y a la verdad es que ninguno de nosotros sabe cuándo el Señor viene, ni
cuán cerca está el Señor, de manera que cuando yo diga alguna de las cosas que
voy a decir aquí, y en el próximo mensaje, por favor hágame un favor grande, no
vaya y diga por ahí, que “el pastor Núñez
estaba prediciendo la venida del Señor” yo sé que viene, y ojalá sea pronto,
yo no sé cuándo todavía, pero ¡Maranatha! Ven Señor Jesús. Pero si yo voy a
decir algo, que yo creo que es fácil de ver, y fácil de probar, muy fácil, si
no, no me atrevería a decir; en esencia nosotros estamos frente a una enorme
apostasía en dos grandes áreas. Una tiene que ver con la experiencia del
espíritu, y la otra tiene que ver con la redefinición de la masculinidad y
feminidad. Por favor no diga que yo dije que esta es la apostasía que está a
punto de, inmediatamente antes de la venida del Señor, porque yo no lo sé. Pero
yo si te voy a decir, que no ha habido, y eso es fácil de ver y de probar, y de
comparar, no ha habido nunca antes en la historia, una apostasía de dimensión
mundial como la que tenemos hoy.
Si pensamos en el primer renglón, en la experiencia del espíritu, todo
el movimiento de la risa santa, y los ladridos santos, y conversión de agua en
vino, y sopladera de personas que se caen al piso, y gente que proclama cosas,
porque entiende que en las palabras hay poder. Y la iglesia universal del reino
de Dios con su programa “pare de sufrir”
ese solo movimiento hermanos, tiene iglesia en no menos de 200 naciones, un
movimiento. Y el movimiento de apóstoles y profetas, y el movimiento de señales
y prodigios, y el movimiento del evangelio de la prosperidad, todo eso
pertenece a un mismo saco, este movimiento arropó los cinco continentes sin
excepción, y ha afectado todas y cada una de las denominaciones, sin excepción.
Esto es fácil de ver, esto es fácil de probar, cinco continentes, todas las denominaciones.
Y la otra área, más reciente pero que está aquí frente a nosotros, es el
movimiento de la redefinición de la sexualidad humana. Donde tenemos, tiene que
darme un minuto para entender por qué yo lo menciono aquí, donde tenemos este
mes, el mes del orgullo gay, amparado en nuestro país por el embajador de la
nación más poderosa de la tierra. La razón para mencionar este movimiento entre
la gran apostasía, o dentro de la apostasía de estos tiempos, es porque ya al
día de hoy, múltiples iglesias y denominaciones enteras han abrazado el
movimiento LGBT; de lesbianas, homosexuales, bisexuales, y transexuales. Algunas
denominaciones enteras lo han abrazado el día de hoy, abandonando el diseño de
nuestro Dios.
¿Cuándo el Señor viene? yo no lo sé, ni nadie lo sabe en este momento,
pero hay cosas que el Señor dice que precederán a su venida. Hay dos cosas que
yo pudiera decir, una por la palabra de Dios, y es que; el Nuevo Testamento habla
tanto de parte de Cristo, como de parte de Pablo y Pedro, de señales que precederían
a su venida, eso lo podemos decir por la Palabra. Y lo otro que podemos decir,
con toda tranquilidad, es que estamos frente a la más grande apostasía, estoy
hablando de gente que estaba en el seno de la iglesia, que ahora ha abandonado
la fe, el no creyente que abraza esos movimientos y corrientes, él no es un
apóstata, tu tienes que estar dentro para apostatar. Estamos frente al más
grande movimiento apóstata de todos los tiempos, en los 20 siglos de la fe
cristiana.
Segunda señal que “sea revelado
el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se exalta sobre
todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el
templo de Dios, presentándose como si fuera Dios.” La traducción de este “hombre de pecado” que aparece en la
Biblia de las Américas, en la Reina Valera del 60, no es la mejor traducción de
esa frase en el original. De hecho, creas o no, la Nueva Traducción Viviente
tiene una mejor traducción, porque le llama el “hombre de anarquía que trae
destrucción” eso es exactamente como la ESV (English Standard Version) en
inglés lo tiene, y como en New American Standard Bible (NASB) lo tiene “the lawlessness” o “the lawlessone” “the man of
lawlessness” “el hombre sin ley”
“el hombre de anarquía” “and the son of destruction” “y el hijo de destrucción”. Eso es como
lenguaje original lo tiene, y esa traducción “el nombre de anarquía” de la Nueva Traducción Viviente es la
correcta “anarquía”. Es un hombre que no se somete a ninguna ley, de ninguna
persona, de ninguna autoridad, él es su propia autoridad. Daniel 8:23 lo
describe como un “insolente”. El libro
de Apocalipsis, el libro de Juan, perdón, autor de Apocalipsis, autor de sus
cartas, lo describe como el “anticristo”.
Pablo aquí lo describe como “alguien que
se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios, o es objeto de culto”.
Tú oíste eso, este no es un hombre que se va a exaltar simplemente en contra
del Dios de los cristianos, sobre todo lo que se llame dios, y cualquier cosa
que sea objeto de culto. De manera que él va a reclamar culto exclusivo, es un
hombre anárquico, sin ley.
Segundo “se sienta en el templo
de Dios presentándose como si fuera Dios”. Aquí ha habido múltiples
discusiones de ¿Quién es ese hombre?
todos los académicos están de acuerdo, que el hombre que mejor tipificaría a
esa persona, está en el pasado, y ese es el problema que está en el pasado, y Pablo
está hablando de un hombre en el futuro. Pero en el pasado la persona que mejor
tipifica a este “hombre del pecado”
este “hombre de anarquía” es Antíoco
IV, que invadió a Jerusalén, invadió el templo de Jerusalén, entró al templo,
estableció allí un altar al dios Zeus, sacrificó un puerco en el altar, en el
lugar santo, el lugar santísimo, prohibió la adoración a Jehová. La mayoría de
los académicos entiende que este sería la persona que mejor tipifica a quien
este hombre pudiera ser. El problema es que este hombre existió 168 años,
ocurrió este evento antes de que Cristo viniera. Y Pablo le está diciendo los Tesalonicenses
“no te preocupes que antes de que el Señor
venga, tiene que ocurrir esto” de manera que eso tiene que ser algo futuro.
Otros han pensado en Calígula, otros han pensado en Nerón. Calígula mismo trató
de establecer una esfinge, una figura de él en el templo de Jerusalén, y que
pudiera ser adorado. Afortunadamente él fue muerto antes de que ocurriera tal
cosa. Otros lo han relacionado con Pompeyo, el general romano que conquistó
palestina en el año 63 A.C. El problema es que todos esos personajes
corresponden al pasado, y donde muchos de los académicos se quedan, es en decir
“el personaje que mejor lo tipifica es Antíoco IV”. Pero está en el pasado, por
tanto, no sabemos.
Pero algunos se atreven a decir, es la posición que yo tengo igual, que
el templo que hoy no está construido en Jerusalén, será construido otra vez. “Eso no es tan alado por los moños”, en
el año 1990 la revista Time publicó planes del templo futuro, y 200
instrumentos musicales ya construidos, para ser tocados en el templo cuando se
construya. De manera que eso no es algo ni siquiera especulativo, la pregunta
es obviamente si ¿Va a pasar? y si va a pasar ¿Cuándo? y si va a pasar ¿Dónde? Pero
de que esos planes existen, de qué instrumentos musicales han sido construidos,
y que entonces quizás, Antíoco IV tipifica una figura similar, en un tiempo
futuro, que pudiera ocupar una posición similar a lo que él hizo en el pasado. Ahí
es donde está un John MacArthur y otros, y esa es la posición donde yo estoy
también.
Yo creo que el tiempo nos dirá, y si no a nosotros, a la próxima
generación, y si no a esa generación, a la próxima generación que podrá ver con
mayor claridad. De una cosa yo estoy seguro, y es que la generación que sea,
que preceda a la venida del Señor, cuando ocurra podrá mirar hacia atrás, y podrá
decir “pero si estaba tan claro, no sé cómo
no lo vimos”, como hoy nosotros miramos hacia atrás y decimos en el Antiguo
Testamento “y cómo es que esta gente no
lo vio, pero estaba tan claro”. Isaías 53 estaba ahí mismo, la crucifixión
del Señor, pero no lo vieron, no, ni lo ven hoy los hermanos judíos, o los
judíos que no creen en el Señor, mejor dicho, no lo ven todavía. Pero si eres
judío y te conviertes al cristianismo, miras para atrás y dices “pero claro, si eso está tan claro como el
agua” de esa misma manera, ocurrido el evento, yo creo que los que le toque
vivirlos, si somos nosotros u otros, mirarán para atrás y dirán “pero si estaba tan claro, como no lo vimos”.
Porque requiere iluminación de parte de Dios para poder entender estas cosas.
Finalmente, el apóstol Pablo dice en el versículo 5 “no os acordáis de cuando yo estaba todavía
con vosotros os decía esto” se le olvidó, usted se le olvidó que usted y yo
hablamos de eso. Y eso es lo que Pablo está diciendo “no os acordáis de cuando yo estaba todavía con vosotros, no mi primera
carta, no, cuando yo estuve ahí con ustedes, y ustedes se les olvidó que yo
hablaba de esto” ¿Cómo es que nosotros olvidamos tan fácil las cosas que se
nos han enseñado? Yo creo que en cierta medida el apóstol Pablo está
preguntando eso ¿Cómo es que se nos olvidó lo aprendido? Bueno, yo quiero
agregar una cosa más que facilita, ya mencioné tres anteriormente, una más para
el cierre y conclusión, que facilita el que nosotros seamos confundidos, y es
el temor. Cuando nosotros, nunca somos tan vulnerables a la confusión, como
cuando estamos amedrentados. Y en parte eso es el mensaje final con el que yo
quiero dejarte de manera pastoral, es que no temas, porque Dios está en control
de todos los acontecimientos.
No importa cómo se llama el individuo, el “individuo de anarquía” el “hombre
de destrucción” el “hombre de
perdición” no importa lo que él tenga como planes, todo lo que él
planifique, piense o vaya a hacer, está bajo la cronología de nuestro Dios, que
él controla, y las cosas marchan, la historia marcha al paso de nuestro Dios. Él
hace la historia, Él escribe la historia, Él controla la historia, Él me tiene
dentro de la historia, Él me introdujo en la historia, Él me saca de la
historia, me usa en la historia. Dios es a quien yo tengo que seguir, a Dios es
en quien yo tengo que confiar. Él es nuestro Comandante en Jefe.
No importa si se trata de cosas del futuro, o no, yo necesito confiar
en nuestro Dios. Porque si no confía en nuestro Dios, la falta de confianza me
lleva al temor, y el temor me lleva a pensamientos catastróficos. En consejería
vemos eso, y vemos a alguien que dice, por ejemplo “¡nadie me entiende!” es un pensamiento catastrófico, porque en el
mundo entero no hay nadie que te entienda, hay que mudarte de planeta, o “yo ya lo probé todo, yo no voy a tratar, yo
no voy a traer a mi esposo aquí, yo ya lo probé todo” Viste a todos los
consejeros ávidos y por haber de este mundo, no, es un pensamiento catastrófico.
“Nadie ha podido ayudarme” ¿Cuántos a
visto? Tres, ¡Oh! Yo creía que era nadie ¿Tres? En República Dominicana, nada
más hay 10 millones de personas, pero 3, es “todo
el mundo”. El temor nos lleva pensamiento catastrófico. Y esto fue como un
pensamiento catastrófico “ya vino el Señor,
ya se fue, nos quedamos, no hay nada más que esperar” eso es como
catastrófico, para mí sería catastrófico pensar eso. Si yo pensara ahora mismo
en el día de hoy, que ya el Señor vino por segunda vez, yo no sé dónde yo
estaría, pero no en este púlpito, porque eso sería como una catástrofe para mí.
Y ¿qué pasó? creí en una cosa que no era, y Pablo dice “ya se les olvidó lo que yo les enseñé, yo hablé de esto cuando estaba
con ustedes, yo hablé de la apostasía, y hablé del hombre del pecado, eso no ha
pasado, tranquilos”
Hermanos, tiempos difíciles se aproximan, tiempos difíciles están aquí,
no tienen que aproximarse, ya están. Si usted no se ha dado cuenta, vaya a
vivir la vida entonces, porque no hay que hacer mucho para darse cuenta que
estamos frente a tiempos difíciles. Y la única manera de nosotros esperar, es
agarrados de nuestro Dios. Y nosotros tenemos que recordar mientras nos
agarramos de nuestro Dios, que Él es quien orquesta nuestros eventos, tú no
puedes olvidar que Dios protegió a Noé y a su familia, en medio de una
inundación planetaria. Tú te imaginas un planeta inundado en agua y una familia
solamente, una familia salva, ese es nuestro Dios. Tú no puedes olvidar que Dios
hizo llover fuego sobre Sodoma y Gomorra, pero sacó a la familia de Lot de allí,
y la salvó. Tú no puedes olvidar que la nación hebrea, cuando huía, estaba
perseguida por los egipcios y cuando no había lugar para donde escapar, tenían
un mar delante, Dios abrió el mar ¿Cuántas veces en la historia Dios ha abierto
el mar? ¡Una! para su pueblo, en un momento donde Él pensó darle salvación. Y no
puedes olvidar que Dios preservó a Daniel y a sus tres amigos en medio de un
horno de fuego, los tres amigos por lo menos, fueron al horno de fuego, a
Daniel lo preservó en medio de leones, en medio de las peores circunstancias. Pero
tú y yo tenemos que responder como respondieron los amigos de Daniel cuando
fueron amenazados.
Cuando nuestros tiempos nos amenacen, cuando las cosas no luzcan bien,
o luzcan peor de lo que ya lucen, tú y yo tenemos que responder de esta manera “ciertamente, nuestro Dios a quien servimos
puede librarnos del horno de fuego ardiente, y de cualquier otra situación en
la que nos podamos ver, y de tu mano o rey nos librará, pero si no lo hace, haz
de saber o rey, que no serviremos a tus dioses, ni adoraremos la estatua de oro
que has levantado” ¡Nunca, jamás, imposible, nunca, doblaremos la rodilla a
ningún otro dios, que no sea a nuestro Señor Jesucristo, delante de quien se
doblará toda rodilla, y toda lengua confesará que Él es Señor, sobre cielo y
tierra! y Él es tu redentor, a Él tu sirves, Él es tu protector. Toda autoridad
le ha sido dada, y no temas, que Él estará con vosotros hasta el último día. Padre,
gracias.
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