Muchos creyentes tienen dificultades para encontrar una armonía entre la soberanía de Dios y las elecciones democráticas. Por un lado están los que se inclinan completamente en la soberanía de Dios, y piensan que como Dios quita y pone reyes soberanamente, un voto no hará la diferencia. Y por la otra parte están quienes le da tanta importancia a las elecciones políticas que terminan haciendo proselitismo político hasta en las iglesias, pensando que con un cambio de gobierno, por uno supuestamente más moral, la ciudad o país entonces va a cambiar.
En esta predica el Pastor Sugel Michelen aborda este tema desde una perspectiva bíblica, mostrando la verdad tanto de la Soberanía de Dios sobre los gobiernos humanos, como de nuestros deberes civiles como cristianos y ciudadanos de una nación con un sistema de gobierno democrático. Tal vez nunca comprendamos en su totalidad el cómo coexisten estas dos cosas al mismo tiempo, y hasta donde va exactamente la soberanía de Dios, pero podremos saber con claridad cuál es nuestra responsabilidad.
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