“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” Efesios 6: 13
Hay una época del año en la que abiertamente pudiéramos hablar del “día malo”. Ese tiempo del año es sin lugar a dudas Halloween, que no sólo es un día sino una serie de semanas.
Se presenta ante los niños y sus padres como una fiesta inocente y divertida, pero, no sólo esconde un pasado/presente de suma maldad, sino que es mala hasta en su presentación.
“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti” (Deuteronomio 18: 9-12)
Como veremos a lo largo de este artículo, Halloween es un acto de hechicería bien calculado, y preparado actualmente para dañar a los niños y jóvenes mayormente, cuando sus tutores, por dejadez o ignorancia, prestan nula atención a tal peligro espiritual.
Nosotros como padres, tenemos la responsabilidad ante Dios de cuidar a nuestros hijos. Si en sus colegios, celebran Halloween, sencillamente hablen con sus profesores y díganles que por motivos personales, sus hijos no participarán ese día de todas esas cosas, y que si es menester, se quedarán en casa. ¡Usted tiene derechos!
No permita que sus hijos participen de esa maldad.
“La fiesta de Halloween, nada tiene que ver con la sana tradición, sino que es pura iniquidad, y presentando un aspecto más o menos deseable e inocente, oculta una maldición que nunca ponderaremos suficientemente - ¡desecha Halloween!”
Quita toda distracción de tu vida
Estamos inmersos en una guerra abierta, y la inmensa mayoría de los creyentes no se aperciben de mucho. Viven ensimismados, en su cotidianidad y sus quehaceres. No se dan cuenta de que el enemigo planea sobre sus cabezas, proyectando su sombra de muerte lo más negra que se le permita, y sin embargo la Palabra nos exhorta a “que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2: 11). Una de las maquinaciones del diablo es la de llevar al pueblo de Dios a una constante distracción.
El diablo teme al cristiano que ora, intercede, echa fuera demonios, pero se ríe del cristiano distraído. Ese tipo de cristiano no supone ningún tipo de amenaza para el enemigo de nuestras almas.
Un ejemplo claro del cristiano distraído es el de la iglesia de Laodicea (Ap. 3: 14). Los laodicenses andaban más que distraídos en su propia autosuficiencia, en su propio error de pensar que todo lo tenían, y que no necesitaban nada. Vivían inmersos en la trampa de la banalidad, y de la autocomplacencia, esta es una de las principales distracciones.
Hoy en día, el mismo espíritu de Laodicea está más que presente en mucho del sector eclesial. El cristiano espiritualmente dormido, no es un peligro para el enemigo. Hay muchas maneras de dormir al creyente, una de ellas es diciéndole que prestar atención a las obras del diablo, o hablar sobre el diablo, es darle la gloria al diablo, y que por lo tanto, lo mejor es ausentar de nuestras conversaciones, predicaciones, enseñanzas, etc. todo lo concerniente a su influencia y labor. El cristiano entonces, se aletarga espiritualmente, y deja de luchar, ¿para qué luchar, si el diablo ya fue derrotado en la Cruz? Sacando esta última frase bíblica de su contexto, se consigue adormecer al creyente, y mientras tanto, Satanás saca inmensa ventaja para seguir haciendo su obra de destrucción.
William Schnoebelen, en su libro “Lucifer destronado”, dice lo siguiente: “He hablado con cristianos que son sinceros e inteligentes, pero que piensan que el mundo espiritual tiene poco o ningún impacto sobre ellos. Piensan que quizás haya un demonio ocasional sobre China, y que de vez en cuando, algún misionero metido en problemas, podría ver un ángel” (1) Viven de espaldas a la realidad espiritual, pero ya no podemos pagar más por ese lujo. La realidad se está imponiendo, y el pueblo de Dios de aprender a sacar su espada y aprender a manejarla…contra el enemigo espiritual.
Orígenes de Halloween
Halloween, originalmente fue un festival que celebraban los celtas hacia el año 300 a.C. Ese pueblo, era controlado y dirigido por los llamados druidas, que no eran otra cosa sino satanistas de los de entonces (aún existen los druidas, y están muy activos). Los celtas eran un pueblo del norte de Europa, diseminados por Inglaterra, Irlanda y norte de Francia principalmente. Ese festival aludido, señalaba el principio del invierno. Los druidas adoraban al “dios de la muerte”, es decir, el diablo. Cada 31 de octubre, esos brujos celebraban la víspera del año nuevo céltico, en honor a esa deidad falsa llamada Samhain. Lo hacían brindándole sacrificios humanos y de animales. El festival de Samhain, llamado "el festival de la muerte", era celebrado oficialmente y aún hoy es reconocido por todos los satanistas y ocultistas.
Esos brujos de maldición iban de casa en casa, exigiendo toda clase de alimentos y otras cosas para su consumo y ofrecerlo a su “dios de la muerte”. Si la gente del pueblo no les daba esos alimentos que ellos exigían, éstos echaban un hechizo diabólico sobre sus casas, cuyo efecto era la muerte de uno de los miembros de la familia.
Llevaban en ese día consigo un gran nabo hueco y con una cara grabada en la parte frontal, que representaba el espíritu satánico del cual dependían para obtener poderes y conocimientos. El nabo estaba iluminado por una vela dentro de él, que era usado como linterna cuando iban de casa en casa por la noche. Cuando esta práctica llegó a América, en los siglos XVIII y XIX, los nabos no eran tan abundantes; el vegetal nativo que lo sustituyó fue la calabaza.
“¿Por qué permitir que nuestros hijos participen de esa maldad, aunque aparentemente sea por sólo juego? Ustedes como padres no tienen por qué sentirse obligados a que sus hijos participen de estas cosas en las aulas escolares”
Halloween, la principal fiesta satanista del año
Hoy en día, el mismo espíritu de exaltación del mal sigue presente en esa fiesta, por mucho que se pretenda disimular. Al diablo le encanta hacer daño a través de lo aparentemente ingenuo e intrascendente. Un hecho eminentemente comprobado, es que cada 31 de octubre por la noche, se realizan actos satanistas con sacrificios humanos, sobretodo de bebés, violaciones de niños y adultos, y todo tipo de reuniones relacionadas con la exaltación del mal, donde la sangre corre a raudales. Y con todo ello, una inmensa mayoría de cristianos duermen.
En vez de ponerse a orar e interceder contra todo esto, muchos incluso participan ingenuamente de ese festival, permitiendo que sus hijos se disfracen de brujas, de esqueletos, de demonios, etc., y jueguen al triste y lamentable “trick or treat” (Truco o trato), que no era otra cosa originalmente que maldecir, matar y robar a la familia que no se prestaba a sus exigencias de la manera que vemos a continuación:
Los druidas recorrían casa por casa del vecindario reclamando un niño o una virgen, y entre gritos desgarradores, se consumía el sacrificio. A las víctimas se les arrancaba la cabeza, y ésta era clavada en una lanza. Otras eran quemadas vivas en la hoguera.
Si la familia cumplía con la entrega, los druidas dejaban un gran nabo hueco con una vela encendida en su interior, para prevenir que los demonios entraran y mataran esa familia. A eso se le consideraba el “trato”.
Pero si la familia se negaba, entonces esos brujos sanguinarios marcaban la puerta de la casa, y esa noche satanás tenía entrada libre para destruir esa familia, es sería el “trick”, es decir, el “truco”.
Muchos dirán que eso ya es cosa del pasado, pero se equivocan. Cada vez la fiesta de Halloween tiene más arraigo, más fuerza, y cada vez más se está expandiendo por todas partes, aprovechándose de las escuelas, institutos y centros de enseñanza en general y de sus responsables docentes.
¿Por qué hay tanto interés en expandir Halloween? Además del consabido negocio que los comerciantes no quieren dejar de conseguir, existe otra razón, mucho más siniestra. Es bien sabido que la noche de Halloween es la más importante del actual calendario satanista.
Un testimonio de primera mano lo tenemos de boca de una ex satanista, la que fue la más grande de las brujas en el oeste Europeo y las islas Británicas, quien se convirtió a Cristo, Doreen Irving. Esta, ahora ya hermana en Cristo, dijo que si los padres cristianos tuvieran alguna idea de lo que realmente es Halloween, ni siquiera mencionarían esa palabra frente a sus hijos, ya que todo lo que ella conlleva es muerte y miedo.
No es fábula
Para muchos, Halloween es tan sólo una fiesta de disfraces donde los niños salen a las calles en busca de dulces y regalos; la realidad es totalmente diferente.
Una hermana en Cristo me describió una visión que tuvo en el contexto de Halloween. Me contó que de forma muy clara había visto un pantano de aguas negras, y en la orilla, mucha gente divirtiéndose. Había adultos y niños, disfrazados con los atuendos típicos de esa fiesta, y la sorpresa fue que eran ¡cristianos! Eran cristianos con sus hijos pequeños, celebrando Halloween. No se percataban del peligro, eran totalmente ajenos a todo ello. Este es el problema, cuando el cristiano vive de forma ajena, de espaldas al mal, sin combatirlo, sino más bien conviviendo con él haciéndole un guiño.
Dejemos de estar distraídos y dejemos de dormir. Veamos como de forma efectiva combatir ese mal en términos espirituales, así como todos los demás. No olvidemos que sí tenemos lucha contra las tinieblas (Ef. 6: 12).
Tenemos lucha contra las tinieblas
La Biblia dice en Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
En muchas ocasiones, nos enfrentamos a circunstancias como esta y no sabemos que hacer. Por tal motivo, podemos dar algunas pautas que pueden ayudarnos a llegar adelante una acción ofensiva en el ámbito espiritual.
Sabemos perfectamente, que a lo largo del mes de Octubre, los satanistas profesan una gran actividad maléfica. Más concretamente, en la noche del 31 de octubre, todos los satanistas se reúnen a nivel mundial para adorar al diablo, renovar pactos, maldecir a los cristianos, invocar espíritus inmundos, activar demonios, como le llaman, hacer sacrificios humanos, etc.
Lo que nosotros debemos hacer como verdaderos hijos de Dios es lo siguiente: Primeramente “Someternos a Dios”. Esto quiere decir que nosotros le entregamos a Dios el control de nuestras vidas, haciendo Su voluntad y viviendo en santidad. Debemos conocer su Palabra y estar en comunión con Él.
Segundo: “Resistir al diablo”. Resistir al diablo, no quiere decir que debemos estoicamente soportar todo ataque del diablo con pasividad. No es esa la idea de Dios al hablar de resistir. Por el contrario, resistir, quiere decir deshacer las obras del diablo confrontándolo a él y a todo su ejército en oración e intercesión.
Usted debe tomar autoridad en el nombre de Jesús y con voz audible y firme decir por ejemplo: "Conforme a la voluntad de Dios, en el nombre de Jesús de Nazaret, rompo todo trabajo, todo conjuro, toda maldición pronunciada en este día"; "Sujeto todo poder de las tinieblas y rompo toda maldición que fue pronunciada sobre los hijos del Dios Altísimo en el nombre de Jesús". Esto es sólo un ejemplo. Pida que Dios le dirija y antes de confrontar los poderes de las tinieblas, tenga un tiempo de adoración, confesión de pecados, si es menester, y exaltación a Dios.
La oración de guerra, no es repetir de memoria ciertas palabras. El diablo sólo va a huir, si usted es un hombre o una mujer consagrado a Dios. Nunca olvide, que Satanás, ve cuanto de Dios hay en usted. Por otro lado, no tenga temor, Cristo ya le venció en la cruz del Calvario. Recuerde la Palabra: Colosenses 2:15 “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”
Vivimos en unos días en los cuales no nos podemos permitir el lujo de dormir la siesta espiritual. Hay que estar vigilantes, porque el enemigo se ha levantado como río. Pero damos gracias, porque cuando el maligno eso hace, el Espíritu de Jehová, levanta bandera contra él (Is. 59: 19b). Tenemos la victoria segura con Jesús.
Me gustaría acabar aquí dando una pequeña directriz muy práctica. Sería muy deseable, consiervos y hermanos, que en estos días, y más aún desde la víspera hasta el fin del 31 del corriente, nos pusiéramos en oración y ayuno. Debemos orar que Dios tenga misericordia de todos esos niños, jóvenes, vírgenes, hombres y mujeres que son atrapados con la intención de ser torturados y muertos. Esto es horrorosamente real, y no podemos sencillamente ignorarlo. ¡Pongámonos de rodillas ante Dios, e imploremos Su misericordia!, ¡Atemos el poder de la sangre derramada! ¡Atemos conforme el Espíritu Santo nos lo vaya revelando, a todos esos demonios y espíritus inmundos que acosan al pueblo de Dios y guían a los hijos del diablo a acometer las atrocidades más grandes para así obtener mayor poder! (Mt. 18: 18; Ef. 6: 12) ¡La batalla está servida!..y por favor, ¡deseche Halloween!
Dios les bendiga.
© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España
Octubre 2007
www.centrorey.org
Citas:
1. William Schnoebelen, en su libro “Lucifer destronado” pág. 164
FIN
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